Redundant


Aquí una vez mas... Aquí también estaba de paso. Trataba de conducir mi cuerpo, pero todos los movimientos eran distintos. Hacia lo contrario. Sencillamente lo contrario. Elegía un café donde sentarme y una mesa, en el café, junto a una ventana, llegaba todos los días a la misma hora. Pedía lo mismo. Fijaba los ojos en el puente que cruza el río. Me marchaba según la posición del sol detrás de un edificio gris, espantoso. Nunca me pregunte ¿¿Quienes puede vivir allí?? Caminaba hasta la avenida de las tiendas. Me detenía frente a un escaparate, de espaldas a una torre de reloj. Sonaban ocho campanadas. Y me movía. Seguía por la acera invadida de neones, novios de paseo, vendedores de objetos brillantes. Cruzaba siete calles. Me sentaba a cenar en la barra de un fast food. Acababa la comida miraba libros o discos en la parte de atrás del restaurante. Caminaba hasta la habitación, bordeando el río, buscando alguna diferencia entre las farolas de hierro negro. Así te esperaba. Perdido en la repetición. Alejado de mí. Entregado a la redundancia. Sin variar durante un mes entero una calle, un minuto, una palabra, un gesto. Sacrificio. Repetir el camino de la esperanza,¿Quien eres? Pero nunca te confundiría... Yo sabía quien eras tú. Yo no te conocía. Podría saber quien eras por tu olor o por tus pasos. Por un movimiento torpe. Aunque no te hubiera visto antes. Jamás.
Esto es parte de un monologo que estará en lo que presentaremos en el taller de teatro de mi U

1 comentarios

Anónimo dijo...

hola... lind el monologo, y era algo muy obvio. me suena interesante y puro pero a la vez puede tener y existen posivilidades de cambios sustanciales...

en fin, no kiero pensar ni ver obras de teatro por el momento...


kuidese mucho sr... espero k este siempre muy bkn....

vale mucho por el apoyo de ayer...

en verdad lo necesitaba

un abraso


xaussaaaaaaaaa

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Umm...

Umm...